Como hacer una tabla de Contenido
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contenido
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en opciones de interlineado y escojo interlineado sencillo
6. Crear dos estilos uno para
títulos y uno para subtítulos, escoger opción nuevo estilo y modificamos
7. El nombre se relaciona con
el contenido, tipo de estilo PARRAFO, estilo basado en (sin estilo), estilo de
párrafo normal y aplicamos al párrafo el formato de estilo que deseamos.
8. Ponemos aceptar y aparecerá
la modificación en el panel
9. Creamos otro estilo
subtitulo, asignamos el nombre que se relacione con el estilo anterior, tipo de
estilo párrafo, estilo basado en subtitulo y aplicamos el párrafo el formato de
estilo que deseamos
10. Ponemos aceptar y
aparecerá la modificación en el panel
11. Seleccionar los títulos
con la técnica de selección y en el panel de estilo escojo el estilo (de los
títulos)
12. Aplicamos la numeración en
la tecla inicio
13. Luego hago clic en
referencias titulo nivel 1
14. seleccionamos todos los
subtítulos y aplicamos el estilo
15. Nuevamente hago clic en
referencias subtitulo nivel 2
16. aplicamos lista multinivel
nivel
17. aplicamos tabla de
contenidos, opción insertar tabla de contenidos, podemos cambiar el carácter de
relleno y el formato
18. Colocar la tabla de
contenido en una hoja independiente
19. Luego actualizar la tabla
de contenido
20. Para finalizar colocar la
enumeración.
EJEMPLO DE UNA TABLA DE
CONTENIDO.
1.
Suelo
Para otros usos de este
término, véase Suelo (desambiguación).
Científico analizando un
perfil de suelo.
Se denomina suelo a la parte
superficial de la corteza terrestre, biológicamente activa, que tiende a
desarrollarse en la superficie de las rocas emergidas por la influencia de la
intemperie y de los seres vivos (meteorización).
Los suelos son sistemas
complejos donde ocurren una vasta gama de procesos químicos, físicos y
biológicos que se ven reflejados en la gran variedad de suelos existentes en la
tierra.
Son muchos los procesos que
pueden contribuir a crear un suelo particular, algunos de estos son la
deposición eólica, sedimentación en cursos de agua, meteorización, y deposición
de material orgánico.
De un modo simplificado puede
decirse que las etapas implicadas en la formación del suelo son las siguientes:
Disgregación mecánica de las
rocas.
Meteorización química de los
materiales regolíticos, liberados.
Instalación de los seres vivos
(microorganismos, líquenes, musgos, etc.) sobre ese sustrato inorgánico. Esta
es la fase más significativa, ya que con sus procesos vitales y metabólicos,
continúan la meteorización de los minerales, iniciada por mecanismos
inorgánicos. Además, los restos vegetales y animales a través de la
fermentación y la putrefacción enriquecen ese sustrato.
Mezcla de todos estos
elementos entre sí, y con agua y aire intersticiales.
El suelo es el sistema
complejo que se forma en la capa más superficial de la Tierra, en el límite
entre diversos sistemas que se reúnen en la superficie terrestre: la litosfera,
que aporta la matriz mineral del suelo, la atmósfera, la hidrosfera y la
biosfera que alteran dicha matriz, para dar lugar al suelo propiamente dicho.
Inicialmente, se da la
alteración física y química de las rocas, realizada, fundamentalmente, por la
acción geológica del agua y otros agentes geológicos externos, y posteriormente
por la influencia de los seres vivos, que es fundamental en este proceso de formación.
Se desarrolla así una estructura en niveles superpuestos, conocida como el
perfil de un suelo, y una composición química y biológica definida. Las
características locales de los sistemas implicados —litología y relieve, clima
y biota— y sus interacciones dan lugar a los diferentes tipos de suelo.
Los procesos de alteración
mecánica y meteorización química de las rocas, determinan la formación de un
manto de alteración o eluvión que, cuando por la acción de los mecanismos de
transporte de laderas, es desplazado de su posición de origen, se denomina
coluvión.
Sobre los materiales del
coluvión, puede desarrollarse lo que comúnmente se conoce como suelo; el suelo
es el resultado de la dinámica física, química y biológica de los materiales
alterados del coluvión, originándose en su seno una diferenciación vertical en
niveles horizontales u horizontes. En estos procesos, los de carácter biológico
y bioquímico llegan a adquirir una gran importancia, ya sea por la
descomposición de los productos vegetales y su metabolismo, por los
microorganismos y los animales zapadores.
El conjunto de disciplinas que
se abocan al estudio del suelo se engloban en el conjunto denominado Ciencias
del Suelo, aunque entre ellas predomina la edafología e incluso se usa el
adjetivo edáfico para todo lo relativo al suelo. El estudio del suelo implica
el análisis de su mineralogía, su física, su química y su biología.
Existen dos clasificaciones
para los tipos de suelo, una según su funcionalidad y otra de acuerdo a sus
características físicas.
Suelos arenosos: No retienen
el agua, tienen muy poca materia orgánica y no son aptos para la agricultura,
ya que por eso son tan coherentes.
Suelos calizos: Tienen
abundancia de sales calcáreas, son de color blanco, seco y árido, y no son
buenos para la agricultura.
Suelos humíferos (tierra
negra): Tienen abundante materia orgánica en descomposición, de color oscuro,
retienen bien el agua y son excelentes para el cultivo.
Suelos arcillosos: Están
formados por granos finos de color amarillento y retienen el agua formando
charcos. Si se mezclan con humus pueden ser buenos para cultivar.
Suelos pedregosos: Formados
por rocas de todos los tamaños, no retienen el agua y no son buenos para el
cultivo.
Suelos mixtos: Tiene
características intermedias entre los suelos arenosos y los suelos arcillosos.
Litosoles: Se considera un tipo de suelo que aparece en escarpas y
afloramientos rocosos, su espesor es menor a 10 cm y sostiene una vegetación
baja, se conoce también como leptosales que viene del griego leptos que
significa delgado.
Cambisoles: Son suelos jóvenes con proceso inicial de acumulación
de arcilla. Se divide en vértigos, gleycos, eutrícos y crómicos.
Luvisoles: Presentan un horizonte de acumulación de arcilla con
saturación superior al 50%.
Acrisoles: Presentan un marcado horizonte de acumulación de arcilla
y bajo saturación de bases al 50%.
Gleysoles: Presentan agua en forma permanente o semipermanente con
fluctuaciones de nivel freático en los primeros 50 cm.
Fluvisoles: Son suelos jóvenes formados por depósitos fluviales, la
mayoría son ricos en calcio.
Rendzina: Presenta un horizonte de aproximadamente 50 cm de
profundidad. Es un suelo rico en materia orgánica sobre roca caliza.
Vertisoles: Son suelos arcillosos de color negro, presentan
procesos de contracción y expansión, se localizan en superficies de poca
pendiente y cercanos escurrimientos superficiales.
Constituye un conjunto
complejo de elementos físicos, químicos y biológicos que compone el sustrato
natural en el cual se desarrolla la vida en la superficie de los continentes.
El suelo es el hábitat de una biota específica de microorganismos y pequeños animales
que constituyen el edafón. El suelo es propio de las tierras emergidas, no
existiendo apenas contrapartida equivalente en los ecosistemas acuáticos. Es
importante subrayar que el suelo así entendido no se extiende sobre todos los
terrenos, sino que en muchos espacios lo que se pisa es roca fresca, o una roca
alterada sólo por meteorización, un regolito, que no merece el nombre de suelo.
Desde el punto de vista
biológico, las características del suelo más importantes son su permeabilidad,
relacionada con la porosidad, su estructura y su composición química. Los
suelos retienen las sustancias minerales que las plantas necesitan para su
nutrición y que se liberan por la degradación de los restos orgánicos. Un buen
suelo es condición para la productividad agrícola.
En el medio natural los suelos
más complejos y potentes (gruesos) acompañan a los ecosistemas de mayor biomasa
y diversidad, de los que son a la vez producto y condición. En este sentido,
desde el punto de vista de la organización jerárquica de los ecosistemas, el
suelo es un ecosistema en sí y un subsistema del sistema ecológico del que
forma parte.
El estudio de la dinámica del
suelo muestra que sigue un proceso evolutivo al que son aplicables por completo
los conceptos de la sucesión ecológica. La formación de un suelo profundo y
complejo requiere, en condiciones naturales, largos períodos de tiempo y el
mínimo de perturbaciones. Donde las circunstancias ambientales son más
favorables, el desarrollo de un suelo a partir de un sustrato geológico bruto
requiere cientos de años, que pueden ser millares en climas, topografías y
litologías menos favorables.
Los procesos que forman el
suelo arrancan con la meteorización física y química de la roca bruta. Continúa
con el primer establecimiento de una biota, en la que frecuentemente ocupan un
lugar prominente los líquenes, y el desarrollo de una primera vegetación. El
aporte de materia orgánica pone en marcha la constitución del edafon. Éste está
formado por una comunidad de descomponedores, bacterias y hongos sobre todo y
detritívoros, como los colémbolos o los diplópodos, e incluye también a las
raíces de las plantas, con sus micorrizas. El sistema así formado recicla los
nutrientes que circulan por la cadena trófica. Los suelos evolucionados,
profundos, húmedos y permeables suelen contar con las lombrices de tierra,
anélidos oligoguetos comedores de suelo, en su edafón, lo que a su vez favorece
una mejor mezcla de las fracciones orgánica y mineral y la fertilidad del
suelo.
Meteorización: consiste en la
alteración que experimentan las rocas en contacto con el agua, el aire y los
seres vivos
Meteorización física o
mecánica: es aquella que se produce cuando, al bajar las temperaturas que se
encuentran en las grietas de las rocas, se congelan con ella, aumenta su
volumen y provoca la fractura de las rocas.
Meteorización química: es
aquella que se produce cuando los materiales rocosos reaccionan con el agua o
con las sustancias disueltas en ella.
Erosión: consiste en el
desgaste y fragmentación de los materiales de la superficie terrestre por
acción del agua, el viento, etc. Los fragmentos que se desprenden reciben el
nombre de detritos.
Transporte: consiste en el
traslado de los detritos de un lugar a otro.
Sedimentación: consiste en el
depósito de los materiales transportados, reciben el nombre de sedimentos, y
cuando estos sedimentos se cementan originan las rocas sedimentarias.
Los suelos se pueden destruir
por las lluvias. Estas van lavando el suelo, quitándole todos los nutrientes
que necesita para poder ser fértil, los árboles no pueden crecer ahí y se
produce una deforestación que conlleva como consecuencia la desertificación.
Artículo principal:
Pedogénesis.
El suelo puede formarse y
evolucionar a partir de la mayor parte de los materiales rocosos, siempre que
permanezcan en una determinada posición el tiempo suficiente para permitir las
anteriores etapas. Se pueden diferenciar:
Suelos autóctonos, formados a
partir de la alteración in situ de la roca que tienen debajo.
Suelos alóctonos, formados con
materiales provenientes de lugares separados. Son principalmente suelos de
fondos de valle cuya matriz mineral procede de la erosión de las laderas.
La formación del suelo es un
proceso en el que las rocas se dividen en partículas menores mezclándose con
materia orgánica en descomposición. El lecho rocoso empieza a deshacerse por
los ciclos de hielo-deshielo, por la lluvia y por otras fuerzas del entorno:
El lecho de roca madre se
descompone cada vez en partículas menores.
Los organismos de la zona
contribuyen a la formación del suelo desintegrándolo cuando viven en él y
añadiendo materia orgánica tras su muerte. Al desarrollarse el suelo, se forman
capas llamadas horizontes.
El horizonte A, más próximo a
la superficie, suele ser más rico en materia orgánica, mientras que el
horizonte C contiene más minerales y sigue pareciéndose a la roca madre. Con el
tiempo, el suelo puede llegar a sustentar una cobertura gruesa de vegetación
reciclando sus recursos de forma efectiva
Cuando el suelo es maduro
suele contener un horizonte B, donde se almacenan los minerales lixiviados.
Los componentes del suelo se
pueden dividir en sólidos, líquidos y gaseosos.
Este conjunto de componentes
representa lo que podría denominarse el esqueleto mineral del suelo y entre
estos, componentes sólidos, del suelo destacan:
Silicatos, tanto residuales o
no completamente meteorizados, (micas, feldespatos, y fundamentalmente cuarzo).
Como productos no plenamente
formados, singularmente los minerales de arcilla, (caolinita, illita, etc.).
Óxidos e hidróxidos de Fe
(hematites, limonita, goethita) y de Al (gibbsita, boehmita), liberados por el
mismo procedimiento que las arcillas.
Clastos y granos poliminerales
como materiales residuales de la alteración mecánica y química incompleta de la
roca originaria.
Otros diversos compuestos
minerales cuya presencia o ausencia y abundancia condicionan el tipo de suelo y
su ebebeón.Carbonatos (calcita, dolomita).
Sulfatos (aljez).
Cloruros y nitratos.
Sólidos de naturaleza orgánica
o complejos órgano-minerales, la materia orgánica muerta existente sobre la
superficie, el humus o mantillo:
Humus joven o bruto formado
por restos distinguibles de hojas, ramas y restos de animales.
Humus elaborado formado por
sustancias orgánicas resultantes de la total descomposición del humus bruto, de
un color negro, con mezcla de derivados nitrogenados (amoníaco, nitratos),
hidrocarburos, celulosa, etc. Según el tipo de reacción ácido-base que
predomine en el suelo, éste puede ser ácido, neutro o alcalino, lo que viene
determinado también por la roca madre y condiciona estrechamente las especies
vegetales que pueden vivir sobre el mismo.
Esta fracción está formada por
una disolución acuosa de las sales y los iones más comunes como Na+, K+, Ca2+,
Cl-, NO3-,… así como por una amplia serie de sustancias orgánicas. La
importancia de esta fase líquida en el suelo estriba en que éste es el vehículo
de las sustancias químicas en el seno del sistema.
El agua en el suelo puede
estar relacionada en tres formas diferentes con el esqueleto sólido:
Tipos de líquido en el suelo la primera, está constituida
por una película muy delgada, en la que la fuerza dominante que une el agua a
la partícula sólida es de carácter molecular, y tan sólida que esta agua
solamente puede eliminarse del suelo en hornos de alta temperatura. Esta parte
del agua no es aprovechable por el sistema radicular de las plantas.
la segunda es retenida entre
las partículas por las fuerzas capilares, las cuales, en función de la textura
pueden ser mayores que la fuerza de la gravedad. Esta porción del agua no
percola, pero puede ser utilizada por las plantas.
finalmente, el agua que excede
al agua capilar, que en ocasiones puede llenar todos los espacios
intersticiales en las capas superiores del suelo, con el tiempo percola y va a
alimentar los acuíferos más profundos. Cuando todos los espacios intersticiales
están llenos de agua, el suelo se dice saturado.
La fracción de gases está
constituida fundamentalmente por los gases atmosféricos y tiene gran
variabilidad en su composición, por el consumo de O2, y la producción de CO2
dióxido de carbono. El primero siempre menos abundante que en el aire libre y
el segundo más, como consecuencia del metabolismo respiratorio de los seres
vivos del suelo, incluidas las raíces y los hongos. Otros gases comunes en
suelos con mal drenaje son el metano (CH4 ) y el óxido nitroso (N2O).
Artículo principal: Estructura
del suelo.
Horizontes del suelo.
Se entiende la estructura de
un suelo como la distribución o diferentes proporciones que presentan los
distintos tamaños de las partículas sólidas que lo conforman, y son:
Materiales finos, (arcillas y
limos), de gran abundancia en relación a su volumen, lo que los confiere una
serie de propiedades específicas, como:
Cohesión.
Adherencia.
Absorción de agua.
Retención de agua.
Materiales medios, formados
por tamaños arena.
Materiales gruesos, entre los
que se encuentran fragmentos de la roca madre, aún sin degradar, de tamaño
variable.
Los componentes sólidos, no
quedan sueltos y dispersos, sino más o menos aglutinados por el humus y los
complejos órgano-minerales, creando unas divisiones verticales denominadas
horizontes del suelo.
La evolución natural del suelo
produce una estructura vertical “estratificada” (no en el sentido que el
término tiene en Geología) a la que se conoce como perfil. Las capas que se
observan se llaman horizontes y su diferenciación se debe tanto a su dinámica
interna como al transporte vertical.
El transporte vertical tiene
dos dimensiones con distinta influencia según los suelos. La lixiviación, o
lavado, la produce el agua que se infiltra y penetra verticalmente desde la
superficie, arrastrando sustancias que se depositan sobre todo por adsorción.
La otra dimensión es el ascenso vertical, por capilaridad, importante sobre
todo en los climas donde alternan estaciones húmedas con estaciones secas.
Se llama roca madre a la que
proporciona su matriz mineral al suelo. Se distinguen suelos autóctonos, que se
asientan sobre su roca madre, lo que representa la situación más común, y
suelos alóctonos, formados con una matriz mineral aportada desde otro lugar por
los procesos geológicos de transporte.
Se llama horizontes del suelo
a una serie de niveles horizontales que se desarrollan en el interior del mismo
y que presentan diferentes caracteres de composición, textura, adherencia, etc.
El perfil del suelo es la ordenación vertical de todos estos horizontes.
Clásicamente, se distingue en
los suelos completos o evolucionados tres horizontes fundamentales que desde la
superficie hacia abajo son:
Horizonte O, "Capa
superficial del horizonte A"
Horizonte A, o zona de lavado
vertical: Es el más superficial y en él enraíza la vegetación herbácea. Su
color es generalmente oscuro por la abundancia de materia orgánica descompuesta
o humus elaborado, determinando el paso del agua arrastrándola hacia abajo, de
fragmentos de tamaño fino y de compuestos solubles.
Horizonte B o zona de
Precipitado: Carece prácticamente de humus, por lo que su color es más claro
(pardo o rojo), en él se depositan los materiales arrastrados desde arriba,
principalmente, materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos metálicos, etc.,
situándose en este nivel los encostramientos calcáreos áridos y las corazas
lateríticas tropicales.
Horizonte C o subsuelo: Está
constituido por la parte más alta del material rocoso in situ, sobre el que se
apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración mecánica y la química
(la alteración química es casi inexistente ya que en las primeras etapas de
formación de un suelo no suele existir colonización orgánica), pero en él aún
puede reconocerse las características originales del mismo.
Horizonte D, horizonte R, roca
madre o material rocoso: es el material rocoso subyacente que no ha sufrido
ninguna alteración química o física significativa. Algunos distinguen entre D,
cuando el suelo es autóctono y el horizonte representa a la roca madre, y R,
cuando el suelo es alóctono y la roca representa sólo una base física sin una
relación especial con la composición mineral del suelo que tiene encima.
Los caracteres, textura y
estructura de los horizontes pueden variar ampliamente, pudiendo llegar de un
horizonte A de centímetros a metros.
Artículo principal:
Clasificación de suelos.
Para denominar los diferentes
tipos de suelo que podemos encontrar en el mundo, se han desarrollado diversos
tipos de clasificaciones que, mediante distintos criterios, establecen
diferentes tipologías de suelo. De entre estas clasificaciones, las más
utilizadas son:
Clasificación Climática o
Zonal, que se ajustan o no, a las características de la zona bioclimática donde
se haya desarrollado un tipo concreto de suelo, teniendo así en cuenta diversos
factores como son los climáticos y los biológicos, sobre todo los referentes a
la vegetación. Esta clasificación ha sido la tradicionalmente usada por la
llamada Escuela Rusa.
Clasificación Genética, en la
que se tiene en cuenta la forma y condiciones en las que se ha desarrollado la
génesis de un suelo, teniendo en cuenta por tanto, muchas más variables y
criterios para la clasificación.
Clasificación Analítica
(conocida como Soil Taxonomy), en la que se definen unos horizontes de
diagnóstico y una serie de caracteres de referencia de los mismos.Es la
establecida por la Escuela Americana.
Hoy día, las clasificaciones
más utilizadas se basan fundamentalmente en el perfil del suelo, condicionado
por el clima. Se atiende a una doble división: zona climática y, dentro de cada
zona, el grado de evolución. Dentro de ésta, se pueden referir tres principales
modelos edáficos que responderían a las siguientes denominaciones:
Podzol: es un suelo típico de
climas húmedos y fríos.
Chernozem: es un suelo
característico de las regiones de climas húmedos con veranos cálidos.
Latosol o suelo laterítico: es
frecuente en regiones tropicales de climas cálidos y húmedos, como Venezuela y
en Argentina (Noreste, Provincia de Misiones, frontera con Brasil)
Artículos principales: Textura
del suelo y Granulometría.
La textura del suelo está
determinada por la proporción de los tamaños de las partículas que lo
conforman. Para los suelos en los que todas las partículas tienen una
granulometría similar, internacionalmente se usan varias clasificaciones,
diferenciándose unas de otras principalmente en los límites entre las
diferentes clases. En un orden creciente de granulometría pueden clasificarse
los tipos de suelos en arcilla, limo, arena, grava, guijarros,barro o bloques.
En función de cómo se
encuentren mezclados los materiales de granulometrías diferentes, además de su
grado de compactación, el suelo presentará características diferentes como su
permeabilidad o su capacidad de retención de agua y su capacidad de usar
desechos como abono para el crecimiento de las plantas..
El suelo tiene gran
importancia porque interviene en el ciclo del agua y los ciclos de los
elementos y en él tienen lugar gran parte de las transformaciones de la energía
y de la materia de los ecosistemas.
Además, como su regeneración
es muy lenta, el suelo debe considerarse como un recurso no renovable y cada
vez más escaso, debido a que está sometido a constantes procesos de degradación
y destrucción de origen natural o antropológico.
Ciencia del suelo
Edafología
Pedología
Tipos de suelo
Suelo sulfatado ácido
Suelo alcalino
Suelo salino
Expansividad de suelos
3 comentarios:
Debe de colocar un título al inicio de los pasos, que indique lo que está colocando, modifique los títulos que tiene errores, deje un espacio después de que termine los pasos para crear la tabla de contenido para saber que es otro título que indica que es un ejemplo.
Listo
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